Rain Drops and Suicide — La lluvia y el suicidio

alexwh
3 min readNov 22, 2020

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Wednesday, November 11, 2020

Fotografía — Alex Waterhouse-Hayward

Aquí en Vancouver han llegado las lluvias. Es fácil deprimirse. Pero no me sucede porque en nuestra casita ( cozy como dice nuestra nieta Lauren) tengo a mi Rosemary y a nuestros dos gatos Niño y Niña. Son anaranjados y blancos. Esos de alguna manera me hacen olvidar del gris mojado de afuera.

Here in Vancouver the rains have arrived. It is easy to become depressed. That doesn’t happen because in our little cozy house (as our granddaughter Lauren defines it) I have my Rosemary and our two cats, Niño and Niña. Because they are orange and white somehow they make me forget the outside wet gray.

Aplastamiento de las gotas de Julio Cortázar (Story in English below)

Yo no sé, mira, es terrible cómo llueve. Llueve todo el tiempo, afuera tupido y gris, aquí contra el balcón con goterones cuajados y duros, que hacen plaf y se aplastan como bofetadas uno detrás de otro, qué hastío. Ahora aparece una gotita en lo alto del marco de la ventana; se queda temblequeando contra el cielo que la triza en mil brillos apagados, va creciendo y se tambalea, ya va a caer y no se cae, todavía no se cae. Está prendida con todas las uñas, no quiere caerse y se la ve que se agarra con los dientes, mientras le crece la barriga; ya es una gotaza que cuelga majestuosa, y de pronto zup, ahí va, plaf, deshecha, nada, una viscosidad en el mármol.

Pero las hay que se suicidan y se entregan enseguida, brotan en el marco y ahí mismo se tiran; me parece ver la vibración del salto, sus piernitas desprendiéndose y el grito que las emborracha en esa nada del caer y aniquilarse. Tristes gotas, redondas inocentes gotas. Adiós gotas. Adiós.” Julio Cortázar.

Drops Flattening

I don’t know, look, it’s terrible how it’s raining. It’s raining all the time, dense and gray outside, here drops, dull and hard, come against the balcony with a splat!, squashing themselves like slaps piling one onto another, how tedious. Now a droplet appears just at the top of the window frame; stays there quivering against the sky, shattered into a thousand subdued glints, about to fall down but won’t fall, still won’t fall. It holds on tight, all nails, doesn’t want to fall and it’s clear it grips with its teeth while its belly grows bigger and bigger; it’s now a majestic drop hanging there, and then plonk, there it goes, splat, undone, nothing, only a clammy something on the marble.

But there are those that kill themselves and surrender right away, sprouting in the frame whence they jump off outright; I can even make out the dive’s vibration, their little legs falling off and the inebriating scream in the fleetingness of the fall and their annihilation. Sad, gloomy, despondent drops, plump and gullible drops. Good-bye drops. Good-bye.

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alexwh

Into Bunny Watson. I am a Vancouver-based magazine photographer/writer. I have a popular daily blog which can be found at:http://t.co/yf6BbOIQ alexwh@telus.net